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‘iPharma’: un sistema electrónico para evitar errores de dispensación

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«El circuito de uso del medicamento dentro del hospital empieza por la prescripción, que en muchos casos es electrónica. Una vez que el especialista registra la prescripción, el farmacéutico valida el tratamiento, y a partir de ahí, los técnicos preparan la medicación de forma individualizada en los cajetines de unidosis, con la medicación necesaria para el día. Antes se hacía de modo manual, pastilla por pastilla, y aunque los carruseles comenzaron facilitando el trabajo, nos dimos cuenta que nuestros técnicos se enfrentaban a una labor muy tediosa y, a la vez, muy susceptible de error». Así explica Antonio Salmerón, farmacéutico especialista del Servicio Farmacia del Complejo Hospitalario Universitario de Granada, el germen de ‘iPharma’, una tecnología desarrollada y patentada por Naranjo Intelligent Solutions (spin off de la Universidad de Granada) con la colaboración del Servicio Andaluz de Salud (SAS) a partir de las ideas del equipo de Farmacia del citado centro hospitalario.

El funcionamiento es bastante simple para el personal técnico. Una luz en el dispositivo de almacenaje que se enciende, una orden de voz al auricular del técnico de Farmacia para la recogida de la cantidad de cada tipo de fármaco que se precisa para ese día, y otras luces que se activan en los cajetines correspondientes a los pacientes que van a requerir esa medicación. Eso permite multiplicar por cinco la actividad. «En el tiempo que antes se tardaba en llenar un carro ahora completamos cuatro o cinco», apunta Salmerón. Asimismo, y sólo teniendo en cuenta la labor profesional, se ha mejorado la ergonomía en el puesto de trabajo, reduciendo la cantidad de veces que los técnicos hacían movimientos por repetición, «lo cual generaba lesiones», prosigue.

Pero más allá de esa mejora de la eficiencia y seguridad para los trabajadores, nada desdeñables en tiempos de ajustes y sobrecargas de trabajo, el que gana es el paciente, dado que con ‘iPharma’ se reducen de forma muy significativa los errores de dispensación. «A falta de resultados concluyentes, se puede decir que si antes oscilaba entre el 0,5 y el 3%, ahora nos pondremos entre el 0 y el 0,2%», argumenta Salmerón, quien matiza que, aunque parezca insignificante, en la práctica supone una disminución del 50%.
Fases de implantación

Esos datos se han recogido en la primera fase de implantación del proyecto, consistente en un piloto puesto en marcha en la Unidad de Medicina Interna. No obstante, se están desarrollando los dispositivos necesarios para comenzar a instalarlo en todas las salas de Traumatología del Complejo Hospitalario de Granada. «Después vendrá Neurología. Esto va para adelante. Es cuestión de meses que esté en todo el hospital, lo cual servirá de referencia para poder exportar el modelo a otros centros de Andalucía y de España», prevé.

Con esa idea se ha desarrollado y patentado el proyecto. Por eso se han desarrollado dispositivos y software compatibles con los diferentes sistemas de gestión. También los microchips que activan la iluminación de los cajetines son adaptables a los diferentes modelos que hay en el mercado. Esto es así porque hay un modelo de negocio detrás. La patente está registrada en co-titularidad entre el SAS y Naranjo Intelligent Solutions, que tiene los derechos de explotación y comercialización. Como consejo para otros compañeros que se metan en proyectos como éste, Salmerón recomienda asesorarse por expertos que ayuden a proteger la idea. En su caso, la Fundación de Investigación Biosanitaria de Patentes del Andalucía Oriental (FIBAO) que ayudó a tramitar la patente. «El know-how hay que protegerlo siempre, ya que cualquier idea puede convertirse en un producto de valor que sea susceptible de ser comercializado, al igual que nos ocurrió a nosotros con iPharma», recuerda.

Más allá de la comercialización de este nuevo modelo de dispensación, los promotores de ‘iPharma’ tienen la mente puesta en otras oportunidades potenciales que ofrece el sistema desarrollado. «El sistema genera información, pero también la recibe, y ésta se aloja en la nube. En un futuro, nos servirá para analizar datos y poder tomar medidas. Por ejemplo, tenemos prácticamente diseñada otra aplicación para controlar el stock de medicamentos y fungibles a largo plazo. El hecho de que permita compartir la información de existencias entre distintas unidades nos puede ser muy útil para la gestión de las faltas», culmina.

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Administrador iPharma

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